Es frecuente la aparición de manchas en la piel, así como marcas y pequeñas arrugas que contribuyen a afear el rostro, dándole un aspecto envejecido. Para limpiar estos rastros del tiempo sobre nuestra cara, uno de los tratamientos de estética facial más eficaces es el peeling facial.
Se trata de una técnica de exfoliación o descamación (su nombre proviene del verbo inglés peel, pelar) que se basa en la aplicación de una sustancia sobre la piel con la que se eliminan las células muertas, a través de una renovación de las capas superficiales.
El peeling aporta luminosidad a la cara, además de rejuvenecerla y atenuar las manchas provocadas por factores como el sol, el acné o los problemas hormonales. Asimismo, el peeling estimula la creación de colágeno y activa la circulación de la piel, reduciendo los poros. Proporciona una nueva juventud a nuestro rostro de manera muy sencilla y eficaz.
En función de la profundidad de la limpieza, se puede hablar de peeling superficial, medio y profundo. Por lo que respecta a los tratamientos, hay de tres tipos: químico, mediante la aplicación de productos; mecánico, a través de cepillos o rodillos con micropartículas lijadoras; y físico, con la aplicación de agentes físicos para reducir la limar la primera capa de piel. En función del tipo de tratamiento y del tipo de profundidad, determinado por la naturaleza de la propia piel y los elementos a eliminar. En todo caso, entre sesión y sesión, con una duración media de 30 minutos, debe transcurrir una semana.
“Los efectos del peeling facial son muy sorprendentes -explica la doctora Pilar Iruzubieta, responsable de Medicina Estética en Heferdent-. Y además, y esto lo valoran mucho los pacientes, son muy duraderos. En todo caso, es interesante plantear sesiones de recuerdo, especialmente indicadas para las arrugas. Ante otras imperfecciones, como el acné, la mejoría es visible desde la primera sesión”.
El tratamiento de peeling suele complementarse con otras técnicas, aunque también se realiza de forma autónoma. “Es un tratamiento muy sencillo y con escasas recomendaciones post-intervención. Se realiza una vida completamente normal al acabar la sesión”, explica la doctora.
