El estiramiento facial con hilos tensores es llamado también lifting facial sin cirugía. Se trata de una revolucionaria técnica que cada vez concita mayor interés entre los pacientes de servicios estéticos por su sencillez y su eficacia. Este tratamiento consiste en el empleo de hilos tensores reabsorbibles, con los que se recupera la firmeza y elasticidad del rostro en las zonas más sensibles a la edad, especialmente las mejillas, las cejas y otras zonas como el cuello o la zona inferior de los párpados.
Además de ser poco intrusiva, es una técnica indolora que ofrece resultados inmediatos. Mediante la introducción de hilos en la dermis a través de una aguja guía, se favorece el tensado cutáneo. Debido al carácter ligero de la intervención, se realiza en la propia clínica sin necesidad de hospitalización, con una mera anestesia local a través de pomadas.
Aunque es un tipo de práctica que tiene bastantes años, el tratamiento ha avanzado de manera extraordinaria con la generación de unos nuevos hilos fabricados con polidioxanona (también llamados “hilos coreanos”), un nuevo componente biológico totalmente reabsorbible por el cuerpo, que no produce alergia. De hecho, es utilizado en intervenciones muy sensibles, como las coronarias.
Los resultados, instantáneos, otorgan un aspecto joven, natural y saludable al paciente. Si bien el resultado definitivo tarda entre uno y dos meses desde la intervención, cuando se forma el colágeno y la elastina. El rejuvenecimiento suele durar hasta un año y medio, con posibilidad de aplicación de retoques posteriores para mantener los efectos.
“No se trata -aclara la doctora Teresa Creo, médico responsable de Cirugía Estética de Heferdent– de un tratamiento sustitutivo del lifting, sino simplemente de otra modalidad más superficial y liviana, pero cuyos resultados son muy sorprendentes”.
